Washington, 18 Sep (Notimex).- Siete activistas a favor de la reforma migratoria fueron detenidos hoy por el servicio secreto después de encadenarse a la reja que resguarda la Casa Blanca, para protestar por la persistencia de las deportaciones.
El grupo, que portaba una enorme pancarta para pedir al presidente Barack Obama la suspensión de las deportaciones, fue arrestado después de ignorar repetidos avisos de la policía para retirarse del lugar.
La protesta fue motivada por la negativa de Obama para decretar una suspensión en las deportaciones, como respuesta a la parálisis del debate sobre la reforma migratoria en el Congreso, dada la oposición republicana.
En una entrevista el martes con la cadena de televisión Telemundo, Obama descartó la medida e insistió que cualquier solución deberá emanar de un acuerdo bipartisiasta en el Congreso.
“Mi trabajo al frente del poder ejecutivo es implementar y hacer valer las leyes que son aprobadas”, dijo el mandatario, e insistió que la ruta para sustituir el ineficiente sistema migratorio, es a través del Congreso.
Cuestionado al respecto durante su habitual conferencia de prensa, el vocero presidencial Jay Carney hizo eco del mandatario, al indicar que tal medida “no es una opción”.
“El presidente cree que la cámara de representantes debe actuar y confía que una amplia reforma migratoria será aprobada y será ley”, dijo.
Cristina Jiménez, de la agrupación United We Dream (Unidos soñamos), una de las agrupaciones que organizaron la protesta, insistió que Obama tiene la autoridades para detener las deportaciones y dijo que mantendrán su insistencia al respecto.
“Él tiene la autoridad para detener las deportaciones y nosotros vamos a continuar insistiendo”, precisó.
Empero los republicanos en la cámara baja dejaron en claro que cualquier acción de Obama en este sentido significará el fin del debate, aún cuando hasta ahora éste se encuentra detenido, sin visos de avanzar.
“Si el presidente otorga un alivio unilateral a toda la población de indocumentados (suspendiendo las deportaciones), tal acción significará el fin efectivo de la reforma migratoria”, advirtió por separado el congresista Bob Goodlatte, presidente del Comité Judicial de la cámara baja.
Goodlatte dejó en claro su oposición a una reforma que otorgue a indocumentados una ruta hacia la ciudadanía y rechaza los llamados para una discusión integral, y opta por un debate en partes.